Los opuestos se atraen pero no se casan

Suele decirse que los polos opuestos se atraen pero ¿es realmente cierto?

En una relación de amistad solemos fijarnos más en las similitudes que tenemos con esa persona en lugar de las diferencias, pero ¿pasa lo mismo cuando nos enamoramos? Cuando pensamos en nuestra media naranja, nos imaginamos a alguien que encaje perfectamente con nosotros pero hay veces que nos sentimos atraídos por personas totalmente opuestas. ¿Cuál es la razón oculta de esta atracción?

¿Por qué nos atraen los opuestos?

Una de las razones por las que nos sentimos sexualmente atraídos por las personas que son diferentes a nosotros es porque estamos buscando a alguien que nos complemente. Por ejemplo, hay muchas parejas formadas por alguien muy extrovertido y otro introvertido. La atracción en estos casos se puede deber a la admiración. Nos sentimos atraídos por alguien que tenga esos rasgos que a nosotros nos gustaría tener. 

Nos seduce lo desconocido y esa persona que supone un reto para nosotros. Alguien que nos haga ver la vida de otra manera, que tenga eso que nos falta. Estas personas nos hacen experimentar la vida desde una perspectiva totalmente diferente y esto nos resulta fascinante. 

Otro de los motivos de esta atracción entre opuestos puede ser el desafío constante que es lo que mantiene las cosas interesantes en la relación. A veces solo necesitamos un cambio en nuestra vida, salir de la zona de confort con alguien que vea el mundo distinto, y es que la novedad siempre es atractiva. 

También nos gusta contar con un poco de debate para no aburrirnos en nuestra relación. Coincidir absolutamente en todo resulta muy pesado y una pequeña discusión puede ser la sal que sirva para estimular la relación.

Los polos opuestos no duran

A pesar de la creencia popular de que los opuestos se atraen, los datos exponen que las parejas casadas tienen a parecerse en diversos rasgos, tanto en el aspecto físico como en la personalidad. Por lo que sí, los polos opuestos se atraen pero no acaban siendo almas gemelas. Esto no quiere que una persona muy organizada no pueda llevarse bien con alguien caótico, es posible. Sin embargo, los estudios han demostrado que las parejas que comparten gustos tienen más posibilidades de perdurar en el tiempo.

Al principio podemos sentirnos atraídos por esa diferencia de carácter y personalidad, pero esas diferencias que al principio captan nuestra atención y que complementan nuestra personalidad con el tiempo se acaban convirtiendo en problemas que dificultan el entendimiento y pueden provocar la ruptura. 

Por tanto, lo que buscamos en una pareja es una personalidad similar, alguien que nos complemente y con quien poseamos valores e intereses comunes. Las relaciones con parejas afines suelen ser más sólidas ya que ambos suelen enfrentarse a la vida de una manera muy parecida. Estas parejas tienen una mayor facilidad para ponerse en el lugar del otro y resolver las crisis con mayor empatía. En cambio, las relaciones entre opuestos acaban desgastándose a lo largo del tiempo debido a las continuas peleas y la falta de intereses comunes. Poder disfrutar de tus aficiones con tu pareja hace mucho.